0coma5

martes, diciembre 19, 2006

DOCE MESES

Faltan doce días para que se acabe el año. En estos días reflejaré un pensamiento de lo que creo que fue cada mes para mi.



Enero



Doce días tuve que esperar para decir un te quiero que me habían robado pero los nervios y el intentar mantener la compostura (ahora pienso que se podía haber ido a paseo la compostura) me privaron el placer de hacerlo. Por el contrario también tuvo su ventaja, no es lo mismo decirlo en una despedida que en un encuentro.



Me pasé todo el día pensando en el momento en que lo diría. Intentando calcular en que instante podría ser el colofón a doce días de espera, doce días soñando con un reencuentro, doce días que pesaron por la impaciencia aunque pasaron volando.



Cuando volvía a mi casa, antes de que pasaran los doce días, sabía que no todo lo que soy yo volvía conmigo. Dejaba en no sé que rincón lo incierto que durante varios meses estuve anhelando, para perderme en una sonrisa de color verde en una estación de tren. Dejaba los atardeceres de una ciudad lejana que me iba embaucando en sus estrechas calles, donde los besos furtivos en una sombra sólo eran el preludio de un futuro mágico. No pude marcharme con tristeza porque sabía que volvería, y sabía lo que allí me aguardaba. Volver a pisar aquellos lugares que hacía nada había recorrido no eran si no la firme señal que me indicaba que después de tanto tiempo uno sentía donde podría encontrarse su lugar. Las distancias y los puntos cardinales son una mera trampa para el consciente; pero cuando la imaginación, los hechos rememorados se repiten una y otra vez, y dejan de ser anhelo y convierten lo cierto en imperecedero, los sueños no se guardan en la almohada para retomarlos de nuevo por la noche, si no que se saborean escanciados con el fin de embriagarse en todos sus aromas y reforzarlos en el paladar de los múltiples encuentros.




 
posted by 0coma5 at 19.12.06

2 Comments:

Para mí enero empezó con un te quiero y muchas lágrimas en una estación.
Continuó con ilusión, esperando una vuelta. Siguió con otra estación, con una vuelta, un cumpleaños, el más feliz que recuerdo.
Y siguió, como todo el año, con días felices, con esperas de retornos y los mejores momentos que he vivido.

12/20/2006 04:51:00 p. m.  

Ojala os vengan muchos otros eneros que recordar juntos. Me alegro de veras...

12/20/2006 05:24:00 p. m.  

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